Como corolario de una situación que sucede en forma habitual, no sólo en el S.A.M.Co Avellaneda y sus C.A.P.S. sino casi en la totalidad de los efectores públicos de la provincia, el pasado sábado 3 de diciembre se produjo un nuevo hecho de violencia física contra un profesional de guardia por parte de familiares de un paciente y se pretende tomar una medida sin ninguna lógica.
Este hecho no es algo “raro”, pero de ninguna manera puede ser tomado como algo “normal”.
La propuesta de solución por parte del Consejo de Administración del efector, avalada por el Ministerio, es la de realizar las guardias con personal de enfermería.
Esto no sólo no soluciona el problema grave que debería ser el proveer personal de seguridad en la guardia, sino que además deja librado a la buena de Dios a la enfermera /o que pudiere estar en turno, rogando que nada le pase en su guardia.
Además, es sabido que el personal de enfermería no remplaza al médico y tampoco puede ser la cara visible de la precariedad profesional de la Institución.
Se ha reclamado a las autoridades por parte del personal la urgente solución a lo planteado, tomando como hechos de “abuso de poder” la presión que se ejerce sobre enfermería para que se haga carga de la “guardia médica”
Desde la U.P.C.N. exigimos a las autoridades se tomen las medidas necesarias para normalizar la atención de las guardias, así como se garantice el cuidado y protección del personal que allí presta servicios.